introducción ensayo abc

Y

Ama despiadadamente

Pío

Hay algo que saben algunos padres y deberíamos comenzar a tomar en serio todos. Que su limitada participación en la realidad posibilitó la muerte de sus hijos en la guardería.

Los usuarios de otras guarderías, la sociedad en su conjunto, puso atención a las condiciones de seguridad tras el 5 de junio, por esto nos enteramos de las múltiples deficiencias y el riesgo. La problemática es tan generalizada como la actitud que la permite.

El interés por el máximo beneficio sobrepuesto a las necesidades humanas develado en los socios, es el mismo de la colectividad, en nuestras empresas, en nuestros trabajos. El resultado es que no valoramos al otro sino como medio y en tal contrato ¿que acepta ser cada uno para el otro sino también un medio? Es la carencia de fines individuales. A sobrevivir no renunciamos, simplemente nos alineamos a las directrices dominantes, sin perseguir siquiera el conocimiento de la realidad para mejorarla.

La tragedia no asoma solamente causas sistémicas, sino la falta de una voluntad vital por la que en vez evaluar y construir al presente, nos enajenamos del mundo al que traemos la nueva generación. Siempre lo mínimo, lo inevitable. Al no encargarnos sino reproducir quedamos a expensas, dejamos a expensas.

Del reconocimiento a su co-responsabilidad, algunos padres pasaron a sentir culpa. Cuando en una tragedia hay dos partes implicadas, ambas son responsables, pero sólo una es culpable. ¿Qué lugar ocuparían las victimas que a su edad de nada podían responsabilizarse?

En la búsqueda de castigo y prevención hemos cometido un error, demandar y exigir. De nuevo el mismo patrón, ahora en el ámbito político, delegar la efectividad de nuestra acción a la acción de otros. Todo esto bajo un extraño paradigma de democracia en que el poder del pueblo es procurar que otro lo ejerza, entonces ya no es del pueblo ¿y cómo puede representarse lo que no existe?

si a alguien le interesa leerlo entero, echeme un grito